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DUE DILIGENCE de Terceros

La mejor forma de proteger a la empresa

La mejor forma de proteger a la empresa es la Due Diligence de Terceros. Esta es una de las medidas destinadas a prevenir riesgos, para controlarlos y mitigarlos. La diligencia debida es la mejor forma de protegerse, puede aplicarse antes y también durante el desarrollo de la relación de negocios. La mejor forma de cuidar un negocio es atendiéndolo, antes y durante el desarrollo de su actividad.

El Due Diligence de terceras partes es un instrumento de control consistente en una investigación. Esta analiza e interpreta la situación de una empresa considerando diferentes aspectos que puedan ser relevantes. Es una buena práctica realizar due diligence para proteger a la empresa. Es darle la oportunidad de gestionar sus terceras partes con decisiones acertadas.

Las creencias e ideas erróneas sobre lo que significa llevar a cabo las averiguaciones mínimas para poder meterse en un negocio, llevan a muchas empresas al fracaso. Omitir la diligencia debida es un error de los más comunes a la hora de tratar de llevar el negocio más allá de la zona donde estamos acostumbrados a manejarnos. Cuando se decide hacer una alianza con otra empresa, expandir el negocio a otras zonas o realizar una inversión, el exceso de confianza en el “olfato” todavía es, hoy por hoy, la causa de pérdidas valoradas en miles de euros.

El beneficio de la diligencia debida

Un proceso que puede descubrir la existencia de riesgos ocultos, permitiendo prevenir así situaciones indeseables. Además, su realización puede aprovecharse en beneficio de toda la actividad de la empresa. 

Un imprescindible es la Due Diligence de Reputación. Mediante la verificación y clarificación de la situación de los posibles socios y ejecutivos podemos decidir sobre la viabilidad de un proyecto. Las verificaciones sobre los antecedentes de proveedores y clientes pueden influir asimismo en el intercambio de activos o en la joint-venture.

La diligencia debida obligada de terceras partes se hace en cumplimiento de la prevención de blanqueo de capitales y financiación del terrorismo. Este tipo de due diligence comprende una valoración del nivel de la organización en cumplimiento, código de conducta, procedimientos de prevención de fraude, seguridad de la información y medioambiente.

Una due diligence adaptada a cada necesidad

La finalidad de las Due Diligence es muy diferente si simplemente se requiere cumplir con una obligación legal, o realmente se pretende prevenir una situación indeseable. La toma de decisiones conlleva responsabilidad y la Due Diligence da la oportunidad de tomar una decisión con el respaldo y la seguridad de haberlo hecho de forma fundamentada. Habiendo tomado la precaución de averiguar anticipadamente los posibles riesgos.

Por eso, el proceso de Due Diligence de GRUPO GAT es la mejor forma para proteger a la empresa. Aplicamos la metodología de los mejores estándares profesionales internacionales con diferentes niveles. Atendemos a su finalidad y también al presupuesto del cliente. Una due diligence puede ir desde unas comprobaciones básicas, a un estudio profundo. Entre otras verificaciones, incluye confirmar la información provista por el cliente y búsquedas en registros y bases de datos especializadas. Una due diligence puede incluir la reputación de la tercera parte y la participación en otras empresas. La diligencia debida es siempre ajustada a lo que la empresa necesita conocer para poder mitigar riesgos potenciales.

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